Después de que el árbol fuera tentado por la bestia para apresar a esas aves, las aves sintieron la presión maligna que emanaba del árbol. Luego de que el árbol atacara las aves decidieron hacer un ataque en equipo para destruir el árbol pero ese ataque no funciono porque el árbol tenía una gran defensa las aves asustadas por el temible poder oscuro del árbol, llamaron a su dios (la águila cibaeña), esta apareció brillando con sus plumas doradas y un 20 en el pecho. Esta con su majestuoso brillo le quito la bestia y toda la oscuridad que tenía el árbol.
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